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Saliendo del armario. Estrategias de revelación de la identidad sexual en Familias Reconstituidas

9 minutos

Compartimos en este post algunos de los análisis más interesantes del estudio ‘Estrategias de comunicación de familias con padres gays/madres lesbianas’, elaborado por Marcin Smietana de la Universidad de Barcelona.

Fuente: Federación Española de Sociología

Las familias LGB de todos los tipos, debido a su estatus minoritario, asumen conscientemente diferentes estrategias de manejar la revelación de información sobre su identidad sexual.

Este tema se aborda en el estudio del Dr. Marcin Smietana, de la Universidad de Barcelona: “Estrategias de comunicación de familias con padres gays / madres lesbianas”, a partir de cuyo contenido está elaborado este post y que compartimos a continuación.

Este estudio explora la pregunta de cómo en las familias con padres gays y madres lesbianas la homosexualidad de los progenitores incide en las interacciones que los miembros de la familia realizan fuera del hogar.

El estudio reveló que cada familia, conscientemente, asumía una estrategia de gestión de información sobre la homosexualidad de los progenitores. Las familias reconstituidas con hijos/as de las uniones previas heterosexuales de los progenitores tendían a asumir una estrategia de comunicación selectiva, mientras las familias “de novo” con hijos/as criadas desde el principio con dos padres o dos madres optaban por una estrategia de comunicación abierta. Estas últimas gozaban de más inclusión social, mientras en las primeras, algunos de los hijos/as sufrían una discrepancia entre el mundo de la familia y el de la escuela.

Introducción

La legalización del matrimonio entre parejas del mismo sexo con derecho a adoptar hijos/as en España en el 2005, así como el apoyo de esta ley por parte del 43 % de los españoles (FRA, 2009), ha situado a España entre los países con el clima social más favorable para las familias con madres lesbianas y padres gays o bisexuales (de ahora en adelante: las familias LGB) (Ottoson, 2009).

Sin embargo, las asociaciones de familias LGB (FLG, 2010; GALESH, 2010) han ido indicando la persistencia de la homofobia y la necesidad de programas educativos en contra de ella. Las primeras investigaciones realizadas sobre el tema en España muestran una aparente contradicción: por un lado, el desarrollo psicológico de los hijos e hijas de gays y lesbianas, así como sus relaciones con iguales, no se caracterizan por ninguna diferencia significativa en comparación con los hijos e hijas de padres heterosexuales (del Mar González et al., 2003). Sin embargo, en los centros educativos se siguen identificando niveles altos de homofobia (Generelo y Pichardo, 2005; Merino, 2009; Pichardo 2009a, 2009b). Una explicación posible de esta aparente contradicción es que las familias LGB revelen su identidad solamente en los entornos dónde están seguras que la homofobia no les creará problemas, asumiendo así estrategias de comunicación selectiva.

Tipos de estrategias de comunicación

Según los resultados del estudio en cuanto a sus interacciones con las comunidades escolares (estudiantes, profesores, directores), cada familia asumía una estrategia de comunicación concreta: abierta, selectiva, o no comunicación.

Empleando la comunicación abierta, los padres/las madres y los hijos/as revelaban la información sobre la familia, incluyendo los géneros y la orientación sexual de los padres/las madres, en todas sus relaciones sociales en la escuela y fuera de ella, tanto a nivel verbal como no verbal. Matriculando a sus hijos en la escuela, los padres “salían del armario” delante de los tutores/as.

Estos actos verbales estaban acompañados de los no verbales: los padres iban juntos o se turnaban para ir a la escuela. La estrategia de comunicación abierta en general tenía efectos positivos para las familias, ya que los hijos/as decían que les gustaba ir a la escuela y no sufrían bullying debido a su familia. Según los mapas sociales que dibujaron los niños/as, sus amigos del colegio se encontraban entre las personas más importantes y cercanas para ellos/as. Sin embargo, según algunos niños/as y sus padres, una consecuencia negativa del hecho de que sus familias asumieran la comunicación abierta eran las preguntas y reacciones de sorpresa, incredulidad, o incluso burla por parte de algunos compañeros/as del colegio.

Las familias que optaron por la segunda estrategia, esto es, la comunicación selectiva, “salieron del armario” solamente delante de personas seleccionadas y en situaciones seleccionadas, invirtiendo mucho esfuerzo en manejar la revelación verbalmente y no verbalmente. Por ejemplo, las hijas presentaban a la mujer de su madre como una tía delante de sus amigas/os de la escuela. Cuando la co-madre tenía que acompañarlas a la escuela, a propósito, no salía del coche para que no la viera nadie. En algunos sitios públicos fuera de la escuela las dos madres aparecían juntas, pero nunca se abrazaban ni se cogían de la mano.

Las familias que eligieron la revelación selectiva no sufrieron bullying escolar basado en la familia. Sin embargo, experimentaban limitaciones y tensiones en sus relaciones sociales, así como un conflicto entre el mundo de la familia y él de la escuela. Además, sus redes de apoyo estaban limitadas en comparación con las de las familias que actuaban abiertamente.

La tercera estrategia identificada, no comunicación (que puede también interpretarse como un sub-tipo de comunicación selectiva), no contemplaba la revelación en ninguna situación salvo en la esfera estrictamente privada e íntima. Los padres/las madres siempre acompañaban a sus hijos/as a la escuela solos y el tema de homosexualidad nunca apareció en sus interacciones con la comunidad escolar. En particular a largo plazo, los efectos de esta estrategia, en el contexto en el que el tema de diversidad familiar no existía en la escuela (lo que decían todas las familias entrevistadas), pueden evaluarse como negativos:

  • Sandra (hija, familia reconstituida, 21 años): No se habló de la homosexualidad en ningún momento. Esto sí que lo he pensado muchas veces y no se veía el espacio para hablar. Si eres capaz de aguantar seis años en el mismo recinto sin hablar de que tu madre es lesbiana y que vives con otra persona y tal… (…) A mi me deprimía que no estuviera suficientemente valiente para decirle [a un amigo de clase]: “Mira, mi madre es lesbiana, y tú eres amigo mío, y qué pasa?” Quizá si lo hubiera hecho, habría pasado algo, ¿no? Quizá si hubiera dado este paso…Ahora ya lo hago. Si hubiera dado este paso, quizá sí que habría cambiado algo, ¿no?

 

En relación con la estructura familiar, las familias de novo tendían a realizar la comunicación abierta, mientras las familias reconstituidas asumían la comunicación selectiva.

Esto era debido a que los padres/las madres de novo ya tenían una conciencia gay o lésbica bien desarrollada en el momento de tener hijos/as, a diferencia de las familias reconstituidas, en las cuales las madres/los padres tardaron mucho en “salir del armario” delante de sí mismos/as, sus otros significativos y sus hijos/as, y cuando finalmente lo hicieron, sus hijos/as ya lo sabían o sospechaban. Además, otro factor independiente mediado por la estructura de familia era la historia de vida familiar de los hijos/as: los hijos/as en las familias de novo vivían en ellas desde su nacimiento o poco después, sin haber tenido referentes ni experiencias establecidas de vivir en una familia heterosexual.

A diferencia de ellos/as, los hijos/as en las familias reconstituidas, tuvieron que aceptar la ruptura de sus familias heterosexuales y al mismo tiempo mantuvieron el contacto con sus madres/padres biológicos:

  • Ona (madre biológica, familia reconstituida): Ha cambiado en un momento. Y ha sido un choque para ellas. Y también lo ha sido para mí.
  • Laura (hija, familia reconstituida, 16 años): Es que como que no había hablado, no había oído nunca hablar del tema, no tenía ni idea de lo que pensaba otra gente y por eso no lo quería decir.
  • Ana (hija, familia reconstituida, 14 años): Creo que es esto, la reacción. No sé por qué. Es una cosa nueva y una cosa diferente. Y me da vergüenza.

Por otro lado, los padres/las madres solteros/as optaban por la estrategia de no comunicación, tuvieran hijos/a adoptados/as o de relaciones heterosexuales previas. Según los padres/las madres, la justificación obvia de su no comunicación era el hecho de que fueran solteros/as: siempre recogían a sus hijos/as de la escuela solos/as y, manteniendo relaciones de pareja inestables, no veían la necesidad de explicar su vida íntima en la escuela.

La estructura de familia incidía también en las negociaciones entre los padres/las madres y los hijos/as en cuanto a la estrategia de comunicación. En particular en las familias reconstituidas, la idea de “salir del armario” se debatía y negociaba de manera aguda entre las madres/los padres y sus hijos/as.

  • Sandra (hija, familia reconstituida, 21 años): Yo no tengo el poder de decisión de decir al mundo si mi madre no lo decide. […] Era la competencia que tenía mi madre, tenía que hablar con ella y negociarlo con ella.

Cada familia interpretaba su situación y su contexto de manera diferente, y a base de ello asumía unos pasos. Así, por ejemplo, las personas que eligieron la estrategia de esconder la identidad de los padres/las madres la basaban en la idea de que su familia no fuera normal, a partir de lo cual su intención era evitar la posible discriminación.

  • Laura (hija, familia reconstituida, 16 años): Si yo no lo había explicado, es quizá porque pienso que otra gente no lo aceptará, como no lo ve normal. Si no es una cosa normal para todo el mundo, sí que hay como una discriminación que se tiene que solucionar.

Por otro lado, las familias que asumieron la comunicación abierta, en algunos casos lo justificaban diciendo que si eran diferentes, deberían hablar de ello para no inculcar miedo a sus propios hijos/as y para cambiar la sociedad. Entonces el mismo hecho de diferencia era interpretado de dos maneras distintas: como razón para adaptarse y esconderse, o como razón para transformar el entorno.

Según Oswald (2002), el control de información sobre la identidad es una de las estrategias de resiliencia asumidas por las familias LG para enfrentarse a su estatus incompletamente institucionalizado en una sociedad heteronormativa. También ya E. Goffman (1970) clasificó esta estrategia como una de las maneras principales de hacer frente al estigma. Así, la presencia del problema de manejar la información en las familias entrevistadas sugiere que la realidad social aún no refleja la naturaleza progresiva de la ley española del matrimonio gay del año 2005.

Se puede consultar el estudio completo en: Federación Española de Sociología

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UNAF

Equipo multidisciplinar de profesionales expertas y expertos en diferentes áreas de conocimiento de UNAF.

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