El 27% de los/las adolescentes no pertenece a una familia nuclear
¿Es la familia tradicional el contexto ideal para el desarrollo y el bienestar psicológico de las personas? ¿Es imprescindible que la madre y el padre vivan juntos en el mismo hogar que los hijos para que estos tengan un desarrollo adecuado? ¿Qué ocurre cuando el padre o la madre no viven en casa? ¿Qué ocurre cuando el padre o la madre tienen otra pareja? ¿Cómo se sienten los adolescentes cuya familia se separa del modelo tradicional? ¿Están satisfechos con la relación que tienen con su madre y con su padre con las parejas de estos si las tienen?
Estas son algunas de las preguntas a las que hemos intentado responder en la investigación “Las familias reconstituidas: la visión de los menores”, promovida y financiada por la Unión de Asociaciones Familiares (UNAF) y dirigida por la profesora Alicia Garrido Luque (Departamento de Psicología Social. Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid).
En la investigación se ha recogido la visión de los hijos e hijas de familias reconstituidas desde una doble perspectiva:
– Encuesta a una muestra de 3.168 adolescentes (53% chicos y 47% chicas) que cursaban estudios en centros públicos de enseñanza media de la Comunidad de Madrid. En ella se ha recogido información sobre las imágenes que los/as adolescentes tienen de sus familias y se ha comparado el nivel de ajuste y satisfacción en diferentes formas de estructura familiar.
– Estudio cualitativo con el que se ha profundizado en los procesos que caracterizan a la dinámica familiar, a través de la mirada de un grupo de 14 chicos y chicas pertenecientes a familias reconstituidas.
Compartimos en varios post las principales conclusiones de la investigación.
Nuevas formas de convivencia
La familia nuclear pierde hegemonía como modelo de convivencia.
– El 27% de los adolescentes del estudio no pertenece a una familia nuclear: el 22% no reside con su padre, el 3% no reside con su madre y un 2% vive en hogares en los que no están presentes ni el padre ni la madre.
– El 18% tiene dos hogares, el de la madre y el del padre.
El porcentaje de adolescentes en familias reconstituidas es mayor del detectado en las estadísticas oficiales:
– 6% si solo tenemos en cuenta la composición del primer hogar.
– 10% si tenemos en cuenta tanto el hogar de la madre como el del padre.
– 14% si incluimos los casos en los que los progenitores no residen con la nueva pareja.
– El 19% de los adolescentes ha vivido un proceso de reconstitución familiar en algún momento de su vida.
La reconstitución familiar vuelve más complejas las relaciones entre hermanos/as, ya que un 7% de los adolescentes que participaron en esta investigación tiene hermanos/as con los/as que no le une una consanguinidad completa:
– 3% tiene hermanos/as de diferente padre.
– 2% tiene hermano/as de diferente madre.
– 1% tiene hermanos/as de diferente madre y hermanos/as de diferente padre.
– 1% tiene hermanos/as de padre y madre y medio hermanos/as.
Cada vez son más los/as menores que tienen hermanos/as con quienes no residen (7%) y aumenta el número de hogares en los que conviven hermanastros/as (3%).